Nos complace anunciar que nuestro programa Liderazgo del Patrimonio Mundial (WHL), una iniciativa conjunta del ICCROM y la UICN, forma parte de un consorcio al que el Belmont Forum ha concedido financiación para un proyecto de investigación centrado en el establecimiento de una metodología para evaluar sistemáticamente los riesgos relacionados con el cambio climático para el patrimonio.
El cambio climático amenaza cada vez más a los enclaves patrimoniales. Desde la subida del nivel del mar hasta los fenómenos meteorológicos extremos, estos tesoros irremplazables se enfrentan a numerosos riesgos. Para comprender mejor los retos que plantea el cambio climático, se ha puesto en marcha un nuevo proyecto de colaboración, denominado abreviadamente SASCHA, con una generosa financiación concedida a través de una competitiva convocatoria mundial de propuestas.
Enfoques multiescala y escalabilidad en el marco del cambio climático: Evaluación de riesgos para el patrimonio (SASCHA)
El principal objetivo del equipo SASCHA es desarrollar métodos innovadores para comprender los riesgos del cambio climático para los sitios patrimoniales. Estos métodos se diseñarán para un análisis multiescala, lo que significa que pueden aplicarse tanto a contextos locales como globales. Este enfoque pretende salvar la brecha entre el conocimiento local y los datos globales, garantizando que las evaluaciones de vulnerabilidad sean relevantes para lugares específicos a la vez que se tienen en cuenta tendencias más amplias.
El proyecto reúne a un equipo de destacados expertos de:
- ICCROM, a través del programa de Liderazgo del Patrimonio Mundial (WHL)
- University College de Londres (Reino Unido)
- NIKU, Instituto Noruego de Investigación del Patrimonio Cultural (Noruega)
- Control y Evaluación de Riesgos Naturales (NHAZCA), Una startup de la Universidad de La Sapienza de Roma (Italia)
- Universidad Estatal de Carolina del Norte (EE.UU.)
- Universidad Estatal de Arizona (EE.UU.)
- English Heritage Trust (Reino Unido)
Municipio de Ventotene (Italia)
Conseguir resultados relevantes para el patrimonio frente a la amenaza del clima a través de acciones concretas
El proyecto alcanzará sus objetivos a través de varias etapas clave:
Desarrollo de indicadores operativos para medir y supervisar los efectos del cambio climático sobre el patrimonio
Creación de un protocolo de participación orientado a los agentes interesados para garantizar que se tienen en cuenta las diversas perspectivas y contextosculturales a la hora de identificar las amenazas climáticas relevantes
Creación de una herramienta para ayudar a las partes interesadas a determinar los enfoques de evaluación más adecuados para las distintas escalas espaciales
Exploración de los posibles retos y oportunidades de poner en práctica este enfoque para la evaluación de los riesgos del cambio climático y el patrimonio.
Con la consecución de sus objetivos, SASCHA no sólo capacitará a las comunidades locales para proteger su preciado patrimonio cultural, sino que también contribuirá a un debate mundial. Las conclusiones del proyecto serán valiosas para apoyar la elaboración de políticas eficaces y prácticas de gestión del patrimonio relacionadas con los sitios del Patrimonio Mundial.
Financiado por las principales iniciativas internacionales
El proyecto de investigación SASCHA es uno de los 16 galardonados por las Iniciativas de Programación Conjunta sobre: Patrimonio Cultural y Cambio Global (JPI CH), Conectando el conocimiento climático en Europa (JPI Climate) y el Belmont Forum. Esta prestigiosa financiación reconoce el potencial del proyecto para contribuir significativamente a salvaguardar el patrimonio frente al cambio climático.
Nuestro trabajo actual coincide con los objetivos de SASCHA
SASCHA se alinea con nuestros esfuerzos actuales, como el Módulo de Resiliencia del programa WHL, la revisión del Manual de Recursos del Patrimonio Mundial sobre gestión del riesgo de desastres y la Caja de Herramientas de Acción Climática para el Patrimonio Mundial. Este enfoque colaborativo garantiza que SASCHA parta de los conocimientos existentes y los aproveche para crear un marco sólido y eficaz para salvaguardar el patrimonio en un clima cambiante.
El proyecto, que comenzó en junio de 2024, se prolongará hasta mayo de 2025.