El pasado 14 de junio de 2020 falleció en Roma a la edad de 72 años Paolo Giorgio Ferri, asesor especial del Director General del ICCROM.

Cuando empecé mi trabajo como Director General en el ICCROM, lo quise a mi lado para que pudiera poner su valiosa experiencia, gratuitamente, al servicio de la protección del patrimonio cultural de los Estados Miembros. En efecto, muchos de ellos habían solicitado nuestra ayuda en la lucha contra el tráfico internacional de obras de arte que devastaba su patrimonio, y en la recuperación de los bienes exportados ilícitamente. En este campo no conocía a mejor especialista que al Dr. Ferri, pues, en los veinte años anteriores había contribuido de manera excepcional a la lucha contra el saqueo del patrimonio arqueológico italiano, perpetrado por excavadores clandestinos y traficantes italianos e internacionales. Como fiscal adjunto de Roma (1991-2010), había perfeccionado las técnicas para integrar y dar seguimiento judicial, en los tribunales italianos e internacionales, a las acciones que sobre el terreno llevaban a cabo las fuerzas de policía coordinadas por los Carabinieri para la Protección del Patrimonio Artístico. 

Licenciado en derecho por la Universidad La Sapienza de Roma, se incorporó a la judicatura en 1977 y a la Fiscalía diez años después. Su especialización en el campo del mercado internacional del arte, que casi nadie había explorado con anterioridad, comenzó con una primera investigación en 1994 sobre una estatua robada de una villa en Roma que fue finalmente hallada en Londres en la casa de subastas Sotheby's. A lo largo de su carrera descubrió que 47 museos de todo el mundo tenían obras arqueológicas italianas adquiridas de forma ilegal con la implicación de unas 10.000 personas, aunque estimó que lo que se había llegado a descubir representaba sólo el 30 % de lo que podía ser la situación real. 

Entre sus grandes éxitos, recordemos la incautación del depósito de arte del famoso marchante italiano Giacomo Medici, llevada a cabo por la policía italiana y la policía suiza en septiembre de 1995 en el puerto franco de Ginebra. Una vez detenido, Medici fue condenado, en 2004, por el Tribunal Supremo a ocho años de prisión por recibir bienes robados y al pago de una multa de diez millones de euros como compensación al Estado por los daños causados a su patrimonio cultural.

Otra famosa incautación fue la de 2001 en Basilea. Se trató del decomiso de las antigüedades (y del archivo, que contenía preciosas imágenes que se utilizaron luego como prueba de los crímenes) de otro famoso traficante, Gianfranco Becchina.

Una famosa consecuencia diplomática de estas acciones legales fue la restitución a Italia por parte de algunos museos de los Estados Unidos de unas obras muy importantes de arte antiguo, entre ellas la famosa Crátera de Eufronio con la escena de la muerte de Sarpedonte, que se encontraba en el Museo Metropolitano de Nueva York.

Tras haberse retirado de su cargo en el poder judicial en 2010, fue nombrado "experto de relaciones internacionales" por el Ministerio Italiano de Bienes y Actividades Culturales. Tuve el honor de conocerlo y colaborar con él en la comisión de recuperación del patrimonio cultural cuando fui Director de Arqueología en el mismo Ministerio. De su labor en ámbito judicial, se originó la importante exposición que tuve el honor de comisariar con el Prof. L. Godart llamada “Nostoi. Capolavori ritrovati” (Roma, Palacio del Quirinale, del 21 de diciembre de 2007 al 30 de marzo de 2008).

Paolo Giorgio Ferri with Stefano de Caro

Su colaboración fue inestimable para el ICCROM, por la asistencia prestada tanto en los casos en que se solicitó asesoramiento sobre acciones legales concretas para la recuperación del patrimonio, como cuando se requirió colaboración en la reorganización de los servicios de policía y justicia y, finalmente, en la organización de capacitación sobre estas cuestiones. Siempre fue extremadamente generoso con su tiempo y sus conocimientos, no sólo con nosotros, sino también con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia en sus relaciones bilaterales, con la UNESCO y con otras organizaciones, especialmente en los recientes y dramáticos tiempos de crisis y conflictos en muchos países del mundo.  

Finalmente, además de ser un hombre justo, era muy simpático y un verdadero amigo.

En nombre también del Director W. Ndoro y del Consejo del ICCROM, expresamos nuestras más profundas condolencias a su esposa Marita y a su hija Sofía.



Stefano De Caro